Gutenberg : el inventor
que cambio el mundo
Tras años de investigaciones y ensayos en secreto, Johannes Gutenberg dio hacia 1450 con la invención de la imprenta, un sistema que transformaría la difusión del saber en Europa
Hay un antes y un después para la humanidad tras la invención de la imprenta a finales del siglo XV. El alemán Johannes Gutenberg logró con ella realizar uno de los descubrimientos más importantes de la historia. Antes de su utilización, en la Edad Media, la única forma de escritura de los libros era a mano y la producción de varios ejemplares se llevaba a cabo por el arduo procedimiento de escribirlos al dictado. El resultado eran obras únicas, costosas y de muy limitada difusión, solo al alcance de una élite alfabetizada.
La imprenta jugó un papel clave en el avance del Renacimiento, la Reforma Protestante y la Era de la Ilustración, hasta el punto de hablar de la era Gutenberg por su trascendencia. Considerado el padre del diseño gráfico y el hombre del milenio, el artesano alemán fue capaz de sintetizar y de dar forma a los elementos mecánicos ya existentes y convertirlos en un producto económico y práctico. A Gutenberg le debemos la creación del primer libro impreso de difusión masiva: la Biblia de 42 líneas y el impulso vital que ofreció a la humanidad gracias a su descubrimiento.
Sin embargo, gran parte de la vida de Johannes Gutenberg está envuelta en el misterio a pesar de ser él el artífice de facilitar la expansión del conocimiento y de convertirlo en accesible para el común de los mortales. Los hechos aislados que salpican su vida y de los que hay registro hablan de un artesano emprendedor que tuvo que reinventarse varias veces en su vida tras fracasar en algunos de sus negocios y que murió pobre y posiblemente ciego.
Johannes Gensfleisch zur Laden zum Gutenberg, su verdadero nombre, nació en Maguncia (Alemania) entre los años 1394 y 1404. En el momento de la celebración en su ciudad natal del Festival de Gutenberg, en 1900, se eligió como fecha de cumpleaños oficial, aunque simbólica, el 24 de junio de 1400.
Gutenberg fue el segundo de tres hijos del comerciante Friedrich Friele Gensfleisch zur Laden, que trabajaba como orfebre para el obispo de Maguncia, y de su segunda esposa, Else Wyrich zum Gutenberg. Johannes decidió cambiarse el apellido original Gensfleisch, cuyo significado se asemeja a carne de ganso, por el de soltera de su madre y con el que pasó a la posteridad.
Casi nada se sabe de su infancia ni de su juventud, salvo algún registro local que indica que Johannes Gutenberg fue aprendiz de orfebre mientras vivía en Maguncia. Casi con total seguridad ayudó a su padre en sus labores para la Iglesia y por sus trabajos posteriores, con total seguridad en su formación aprendió a leer y a escribir tanto en alemán como en latín. También hay registro de que cuando estalló una revuelta de artesanos en Maguncia contra la clase noble en 1428, toda la familia se trasladó a lo que hoy corresponde a Estrasburgo, en Francia.
Fue una carta escrita por él en marzo de 1434 la que da de nuevo la pista al indicar que vivía con los parientes de su madre en Estrasburgo. En esa época comenzó con sus experimentos con la imprenta, tras un negocio fallido de espejos de metal pulido. Al parecer Gutenberg se involucró en una empresa que hacía espejos de metal pulido para venderlos a los peregrinos que asistían a un festival en la ciudad alemana de Aquisgrán para ver la colección de reliquias del emperador Carlomagno. Se creía que los espejos capturaban la luz sagrada, que de otro modo sería invisible, emitida por las reliquias religiosas. Sin embargo, cuando el festival se retrasó durante más de un año por las inundaciones, el dinero prestado y ya gastado para hacer los espejos no lo pudo devolver.
Para salvar el bache económico se cree que Gutenberg prometió contarles un secreto a sus prestamistas que los haría ricos. Muchos historiadores piensan que el secreto de Gutenberg era su idea de la imprenta, presumiblemente basada en un lagar de vino, usando tipos de metal móviles.
Los historiadores piensan que Johannes Gutenberg reveló el secreto de su imprenta en un libro titulado extrañamente Aventur und Kunst (Empresa y arte). No se sabe si realmente había intentado muchas veces, o tenido éxito alguna de ellas, la impresión de tipos móviles en ese momento. Sin embargo, en 1448, y de nuevo mudado a Maguncia, comenzó a montar una imprenta que se convirtió en la primera de tipos móviles en funcionamiento con la ayuda de un préstamo de 800 florines.
La imprenta jugó un papel clave en el avance del Renacimiento, la Reforma Protestante y la Era de la Ilustración, hasta el punto de hablar de la era Gutenberg por su trascendencia. Considerado el padre del diseño gráfico y el hombre del milenio, el artesano alemán fue capaz de sintetizar y de dar forma a los elementos mecánicos ya existentes y convertirlos en un producto económico y práctico. A Gutenberg le debemos la creación del primer libro impreso de difusión masiva: la Biblia de 42 líneas y el impulso vital que ofreció a la humanidad gracias a su descubrimiento.
Sin embargo, gran parte de la vida de Johannes Gutenberg está envuelta en el misterio a pesar de ser él el artífice de facilitar la expansión del conocimiento y de convertirlo en accesible para el común de los mortales. Los hechos aislados que salpican su vida y de los que hay registro hablan de un artesano emprendedor que tuvo que reinventarse varias veces en su vida tras fracasar en algunos de sus negocios y que murió pobre y posiblemente ciego.
Johannes Gensfleisch zur Laden zum Gutenberg, su verdadero nombre, nació en Maguncia (Alemania) entre los años 1394 y 1404. En el momento de la celebración en su ciudad natal del Festival de Gutenberg, en 1900, se eligió como fecha de cumpleaños oficial, aunque simbólica, el 24 de junio de 1400.
Gutenberg fue el segundo de tres hijos del comerciante Friedrich Friele Gensfleisch zur Laden, que trabajaba como orfebre para el obispo de Maguncia, y de su segunda esposa, Else Wyrich zum Gutenberg. Johannes decidió cambiarse el apellido original Gensfleisch, cuyo significado se asemeja a carne de ganso, por el de soltera de su madre y con el que pasó a la posteridad.
Casi nada se sabe de su infancia ni de su juventud, salvo algún registro local que indica que Johannes Gutenberg fue aprendiz de orfebre mientras vivía en Maguncia. Casi con total seguridad ayudó a su padre en sus labores para la Iglesia y por sus trabajos posteriores, con total seguridad en su formación aprendió a leer y a escribir tanto en alemán como en latín. También hay registro de que cuando estalló una revuelta de artesanos en Maguncia contra la clase noble en 1428, toda la familia se trasladó a lo que hoy corresponde a Estrasburgo, en Francia.
Fue una carta escrita por él en marzo de 1434 la que da de nuevo la pista al indicar que vivía con los parientes de su madre en Estrasburgo. En esa época comenzó con sus experimentos con la imprenta, tras un negocio fallido de espejos de metal pulido. Al parecer Gutenberg se involucró en una empresa que hacía espejos de metal pulido para venderlos a los peregrinos que asistían a un festival en la ciudad alemana de Aquisgrán para ver la colección de reliquias del emperador Carlomagno. Se creía que los espejos capturaban la luz sagrada, que de otro modo sería invisible, emitida por las reliquias religiosas. Sin embargo, cuando el festival se retrasó durante más de un año por las inundaciones, el dinero prestado y ya gastado para hacer los espejos no lo pudo devolver.
Para salvar el bache económico se cree que Gutenberg prometió contarles un secreto a sus prestamistas que los haría ricos. Muchos historiadores piensan que el secreto de Gutenberg era su idea de la imprenta, presumiblemente basada en un lagar de vino, usando tipos de metal móviles.
Los historiadores piensan que Johannes Gutenberg reveló el secreto de su imprenta en un libro titulado extrañamente Aventur und Kunst (Empresa y arte). No se sabe si realmente había intentado muchas veces, o tenido éxito alguna de ellas, la impresión de tipos móviles en ese momento. Sin embargo, en 1448, y de nuevo mudado a Maguncia, comenzó a montar una imprenta que se convirtió en la primera de tipos móviles en funcionamiento con la ayuda de un préstamo de 800 florines.